La nueva fórmula del autoconsumo electrico suena bien a priori pero debemos conocer qué es y cuando es rentable. Se basa en tener un tipo de instalación para acumular energía principalmente solar, por lo que hace referencia fundamentalmente a la energía solar y a las llamadas placas solares. Pero también a los aerogeneradores, energía eólica procedente del viento.

Hay varios tipos y son:

1- El autoconsumo aislado, sin conexión con la red de distribución y se es autosuficiente. Requiere disponer de una instalación bien diseñada y de unas baterías de acumulación para almacenar cuando no se genera acción energética de los agentes naturales, viento o sol.

2- El conectado a red, en el que además de la instalación anterior, se está conectado a la red de distribución de una compañía, lo cual supone rizar el rizo de estar conectado a la red “a secas”.

3- El autoconsumidor puede a su vez elegir si exporta su energía a la red con vertido 0 (autoconsumo instantáneo), es decir, no se inyecta energía a la red, algo que aparece reseñado en esta calificación. O con vertido de excedentes de nuestra propia instalación, en el cual aparecen dos figuras enormemente polémicas por no decir surrealistas. La primera es el llamado balance neto, en el que no existe una compensación económica por verter excedente de energía a la red pero sí en el propio “producto” que será valorado en función de escalas temporales como horarios, meses o anualmente.  Y la otra figura contemplada es la venta a la red, para la que el Estado fija el precio.

Desde el propio Ministerio de Industria, máximo responsable del mayor monopolio que existe sobre el consumo mayoritario en nuestro país junto con el agua, se está promoviendo un concepto que no es nuevo pero sí lo es en el planteamiento, ya que parece responder a una necesidad imperiosa de abaratar el precio de la factura energética en los hogares y empresas. En definitiva, de pagar menos o evitar que se siga disparando este dispendio al que los consumidores se ven abocados sobre todo en los meses más duros del año.

¿Es una solución que realmente es rentable? ¿O es una alternativa de negocio encubierta más para los implicados en la comercialización del llamado autoconsumo electrico? En una situación comprometida para la economía y en consecuencia para el consumo, precisamente el consumo de energía eléctrica se presenta como el gran escollo del que dependemos todos para vivir el día a día a todos los niveles.

 autoconsumo electrico

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